sábado, 31 de enero de 2015

Adoro hacer regalos

Bueno, en realidad, adoro la cara de la gente cuando les haces un regalo. Me encanta acertar y ver esa cara de sorpresa, de alegría. Aunque a lo mejor no me regalen a mí. A veces es difícil, te pasas tiempo pensando el regalo perfecto, en conseguirlo sin tener que vender tus órganos, en que no se entere de que le has comprado algo, en no saber si de verdad le gustará. Pero al final, por lo menos a mí, me compensa. Porque da igual si el regalo es caro o no. Si es una hámster traviesa, una manta de frozen o una entrada de un concierto. Lo importante es regalar un momento. Uno de los buenos, de felicidad navideña, que les hacía falta. Y sólo por sus caras me doy por satisfecha.

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viernes, 23 de enero de 2015

La fotógrafa







Desde siempre, he preferido hacer una foto a salir en ella. Siempre he preferido capturar un momento en el que yo no estuviera. No sé por qué. Supongo que siempre me he sentido relevante. No quería estropear una foto saliendo en ella. Porque ¿quién iba a pensar en mí? Nadie se da cuenta de que no estoy, o de que estoy, porque no hago falta. Nadie me ve, y esto me facilita verlos a todos, fotografiarlos. Las personas se ven más claramente a través del objetivo. Siempre he sido la que observa, a la que le cuentan las cosas en vez de contarlas. A la que nunca le pasa nada. Pero bueno, también tiene su lado positivo. También soy la que perdió la vergüenza, porque nadie la veía hiciera lo que hiciera. La que no tenía nada, así que no tenía nada que perder. La que hace lo que hace para ella, y para nadie más. Soy la fotógrafa, la que enseña a todos cómo los ve, y a la que nadie ve, por estar siempre tras una cámara.



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